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martes, 15 de julio de 2008

El Corazon de Jesus

El corazón de JESÚS

Sed, pues, misericordiosos, como también vuestro Padre es misericordioso. _Lucas 6.36

Tratábamos un problema difícil en nuestra recién organizada Iglesia Bautista Emanuel de la Castellana en Caracas. Un joven con su carácter impetuoso, dijo: "¡En este caso, no debemos tener misericordia, debemos ser firmes!" Nuestro pastor Carlos Clark –y todos, los sabíamos, nos había enseñado a amar con su ejemplo, y no sólo con sus palabras-, así que le respondió en un tono de profunda comprensión, que vibró en todos nosotros: "Miremos este caso con el corazón de JESÚS, ¿qué haría Él?" Eso cambió, el escenario. Se aplicó la Palabra con misericordia, y todos salimos ganando.

JESÚS, resume toda su enseñanza, afirmando que la misericordia es la esencia de Dios mismo. Esto lo podemos ver mejor en la conocida "Parábola del hijo pródigo" que yo llamaría mejor: La Parábola del padre misericordioso. El padre no condena al hijo que ha derrochado su fortuna. Todo lo contrario: corre a su encuentro lo abraza, lo besa y lo rescata. No le echa nada en cara, sino que lo recibe de nuevo y como hijo suyo le da una nueva herencia. No se detiene y para demostrar su gozo, le hace una fiesta. Me conmueve la escena y sus palabras: "Porque este mi hijo muerto era, y ha revivido; se había perdido y es hallado. Y comenzaron a regocijarse" (Lucas 15.23) El padre tal como aparece en el relato que hace JESÚS, es sensible a la situación de su hijo, el cual, pese a ser rico, su mala conducta lo había llevado a la miseria. Ser misericordioso significa comprender los sufrimientos en todas sus etapas y motivos del penitente.

Hoy vivimos una hora angustiosa como nunca antes la había visto en mis tres veces veinte que estoy viviendo. El mundo gime en dolor, angustia y sin esperanzas. Todas las noches al acostarme, yo tengo la seguridad que Dios me ha dado: "En paz me acostaré, y así mismo dormiré; porque solo tú, SEÑOR, me haces vivir confiado" (Salmo 4.8) Sin embargo, al ver las condiciones de un mundo caído, y millones de personas marchando en la perdición eterna, sin conocer y experimentar la Vida con mayúsculas de JESÚS. Pido a Dios que por sobre todas las cosas, nos dé a todos los cristianos nacidos de nuevo, un corazón como el de JESÚS.

Oración:

Amado Padre Celestial:

Es fácil ponernos emotivos por las cosas que nos ocurren y llorar por nosotros mismos. Pero en esta hora quiero sentir verdadero dolor y tristeza por las personas reales y sus necesidades. El sufrimiento por las personas difíciles de amar que nos rodean, que fácil será echarlos a un lado y no mirarlos jamás. Gracias Padre por enviarnos a JESÚS, el Modelo al cual debo apuntar para siquiera parecerme a Él. Nadie amó como Él amó. Aquí estoy mueve Tu corazón inflamado de Tu misericordia y perdóname mi indiferencia ante un mundo en caos. En el nombre de JESÚS, amén.

Perla de hoy:

La misericordia no es una opción para el cristiano, se nos ordena que la tengamos y la pongamos en acción.

Tomados de Perlas del Alma, Rvdo. Francisco Aular

faular@hotmail.com

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