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viernes, 24 de julio de 2020

Cosas de la pandemia. Guerras y Totalitarismo. Dr. Dante Pino Pascucci

La guerra, ese gran lastre que ha martirizado a la humanidad a lo largo de la historia, burlan y conculcan el derecho humano a la paz, así como tantos otros derechos que son inherentes a las personas. De allí que, el 10 de diciembre de 1948, habiendo transcurrido tres años luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos; este histórico acontecimiento ocurrió en el Palacio Chaillot, así llamado porque se encuentra ubicado en la colina de Chaillot, en el distrito XVI, en la plaza del Trocadéro, París, Francia. Cincuenta y seis Estados integrantes de la recién creada ONU (24 de octubre de 1945), se reunieron en dicho lugar, cuarenta y ocho países votaron a favor, ocho se abstuvieron y no hubo votos en contra.

Finalizada la Primera Guerra Mundial (1914-1918), a instancias del Tratado de Versalles, el 28 de junio de 1919 se creó la Sociedad de Naciones (SDN) con el propósito de reorganizar Europa, preservar la paz y evitar que se repitiesen los horrores de la guerra recién finalizada. Los objetivos de esta organización, la seguridad colectiva, el desarme y el arbitraje como método para enfrentar los conflictos, no se pudieron cumplir del todo porque la gran depresión económica de 1929, el bombardeo de la isla de Corfú (ordenado por Mussolini) en 1923, la invasión japonesa a Manchuria en 1931, la Invasión que en 1935 la Italia fascista hizo en Abisinia, la Guerra Civil Española de 1936 a 1939 y el auge del autoritarismo, entre otras razones, llevaron al fracaso de la Sociedad de Naciones. Ese fracaso

estuvo acompañado de un debilitamiento y pérdida de confianza en los sistemas democráticos liberales más la creciente prédica nacionalista alentada por el fascismo y el nazismo que, como ideología en progreso, irrumpía en el escenario político de la época; su predicamento totalitario se abría paso como antítesis de la democracia. El movimiento futurista, por ejemplo, que fue germen del fascismo en Italia, sostenía que “la guerra es la higiene de la humanidad”, es decir, que todo el cuadro de dificultades y penurias que se vivía luego de la Primera Guerra Mundial, junto a las crisis descritas, se “sanaba con la guerra”, y tal barbaridad pasó a convertirse en el argumento para el autoritarismo, pasó ese a ser ese “estimulo que mueve a una persona a realizar una acción o a actuar de determinada manera”, fue el acicate, tal y como se define etimológicamente.

El futurismo, visto en su expresión política, y el fascismo coincidieron en la exaltación de lo nacional y en el propósito de crear el “hombre nuevo futurista”; sin embargo, el movimiento fascista acude al pasado, a la “gloria imperial romana”. Aitor Aurrekoetxea Jiménez (2019), en su obra Futurismo y fascismo, señala que en un principio ambos movimientos coincidieron desde la mirada “vital y conceptual”. Marinetti (impulsor del movimiento futurista) y Mussolini (líder del fascismo) se nutrieron de tesis antidemocráticas y desarrollaron un peligroso y agresivo nacionalismo.

Una constante en los autoritarismos de cualquier signo es que ponen en práctica un estilo y una estética que construyó el fascismo italiano y que los dejó como legado infame que otros emularían y aplicarían en lo sucesivo, este legado contenía: El mito del hombre nuevo, la masculinidad, el paternalismo, el patriarcado y la exaltación de la juventud; la camaradería, el elitismo y la creación del mesianismo profético en torno a la autoridad a través del culto al jefe; la violencia sanadora, purifcadora, mediante la guerra, suerte de imperialismo de los pobres; uniformidad y masa haciendo uso de toda una puesta en escena donde la seducción, la retórica y el discurso construido con una semiótica y simbología que conduce al fanatismo al sentido de pertenencia y a la conciencia de grupo, psicología de masas en acción, allí cabe todo: supremacismo, discriminación, racismo, exclusión, descalificación del adversario y la antipolítica como forma perversa de hacer política.

El irracionalismo palpable en el culto a la violencia, en su invocación como manifestación de superioridad, finalmente alcanza su realización con la guerra. Los dogmas y la praxis antidemocrática, aunque cínicamente se invoque la democracia, lo que en definitiva hacen es cultivar un cierto morbo por el terror, por la agresión (se justifican las anexiones territoriales, las invasiones y demás barbaridades similares), pues ese morbo por la guerra es parte de un mítico gusto por la muerte, de allí la creencia de que la guerra es sanadora.

Tanto en el pasado como en el presente los autoritarios y los totalitarios del color que sean, en ejercicio del poder o aspirantes al poder, “los salvadores del mundo”, dado el carácter agresivo que los identifica, emulando al futurismo político, al fascismo y a otros “ismos” opresores y autocráticos, pregonan: "No puede haber belleza sin lucha", por ello invocan la guerra como la efectiva y “única higiene del mundo”.

martes, 14 de julio de 2020

La Universidad pospandemica. Boaventura de Sousa Santos

*La universidad pospandémica* Boaventura de Sousa Santos, 13 julio, 2020.

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez.

Para entender lo que podría pasar con la universidad es necesario recordar los principales ataques de los que la moderna universidad pública (UP) fue objeto antes de la pandemia.

Hubo dos ataques globales. Provinieron de dos fuerzas que se pueden sintetizar en dos conceptos: capitalismo universitario y ultraderecha ideológica.

El primer ataque se intensificó en los últimos cuarenta años con la consolidación del neoliberalismo como lógica dominante del capitalismo global.

*La universidad pasó a concebirse como un área de inversión potencialmente lucrativa.*_ Comenzó entonces un proceso polifacético que incluía, entre otras, las siguientes medidas: permitir y promover la creación de universidades privadas y permitirles el acceso a fondos públicos; invocar la crisis financiera del Estado para infrafinanciar las UP; devaluar los salarios del personal docente y flexibilizar su vínculo laboral con la UP para permitirles dar clases en universidades privadas, promoviendo así una transferencia de la inversión pública en la formación de profesorado al sector privado; establecer el pago de tasas de matriculación cuando antes la educación era gratuita e impulsar a las UP a obtener sus propios ingresos; introducir la lógica mercantil en la gestión de las UP, lo que se hizo en diferentes fases: las UP deben ser más relevantes para la sociedad, sobre todo mediante la formación de personal cualificado para el mercado; la condición de profesor e investigador debe flexibilizarse (es decir, precarizarse), siguiendo la lógica global del mercado laboral; los estudiantes deben concebirse como consumidores de un servicio
y los profesores deben estar sujetos a criterios globales de productividad;
las UP deben administrarse como una empresa más; las UP deben integrar sistemas de ranking global para medir "objetivamente" el valor mercantil de los servicios universitarios.

En Europa, a pesar de toda la retórica en sentido contrario, el objetivo principal del proceso de Bolonia fue consolidar a nivel europeo el modelo
de universidad neoliberal. En el caso portugués, este proceso implicó 

* el fin de la elección democrática de los rectores.

* Las razones más profundas del ataque del neoliberalismo a las UP residen en que estas tradicionalmente habían sido las formuladoras de proyectos nacionales, proyectos sin duda elitistas y a veces muy excluyentes (racistas, colonialistas, sexistas), pero que buscaban dar consistencia a la economía capitalista nacional y a la sociedad en la que se asentaba.

Resulta que para el neoliberalismo la idea de proyecto nacional, tal y como la idea del capitalismo nacional, era un anatema. El objetivo era la globalización de las relaciones económicas en términos de libre circulación de capitales, bienes y servicios (no de trabajadores).

Como resultado, antes de la pandemia las UP ya estaban muy desfiguradas, sin ninguna visión de misión social, lidiando con crisis financieras crónicas.

En general, los rectores reflejaron este panorama, convertidos en gestores de crisis financieras, incapaces de poner en práctica ideas innovadoras incluso si las tuviesen, situación que se hizo rara, sobre todo después de que dejaron de ser electos por la comunidad universitaria.

El segundo ataque, más reciente, vino de la derecha ideológicamente ultraliberal, que tiene una ideología extremadamente conservadora, cuando no reaccionaria, a veces formulada en términos religiosos.

Esta derecha está apoyada socialmente por grupos radicales, de extrema derecha, de tipo neonazi o proselitistas religiosos. Esta ultraderecha ha llegado al gobierno en diferentes países, desde Hungría a Turquía, desde Brasil a la India, desde Polonia a Estados Unidos.

Sin embargo, en algunos países, como Estados Unidos, hace mucho que venía influyendo en la política universitaria, a escala de los estados de la Federación y desde las estructuras de gobierno de las UP.

*Este ataque, a pesar de ser altamente ideológico, se presentó como antiideológico y se formuló de dos maneras principales. La primera fue
que todo pensamiento crítico, libre e independiente busca subvertir las instituciones y desestabilizar el orden social.

* La UP es el nido donde se crían los izquierdistas y se propaga el "marxismo cultural", una expresión utilizada por el nazismo para demonizar a los intelectuales de izquierda, muchos de los cuales eran judíos.

* La segunda ha sido particularmente dominante en la India y considera como ideología todo lo que no coincide con la comprensión política conservadora del hinduismo político.

* Tanto la Ilustración eurocéntrica como el Islam se consideran peligrosamente subversivos. En otros contextos, es el islam político el que desempeña el papel de guardián ideológico contra las ideologías.

*Ambos ataques, aunque diferentes en la formulación y en su base de sustentación, convergen en el mismo objetivo:

evitar que la UP continúe produciendo conocimiento crítico, libre, plural e independiente.

* Muchas de las críticas antiideológicas utilizaron la crisis financiera de las UP para reducir la educación a las materias básicas, supuestamente libres de ideología y más útiles para el mercado laboral. Muchas de las llamadas materias ideológicas se impartieron en cursos opcionales, en departamentos de literatura y de filosofía o en departamentos recién creados.

El ataque consistió en eliminar las opciones y cerrar estos departamentos
por supuestas razones financieras. Durante la pandemia, estos ataques se atenuaron y las UP centraron sus prioridades en adaptarse a los cambios causados por la pandemia.

Muchas vieron aumentar su visibilidad pública gracias al protagonismo de los científicos que investigan en áreas relevantes para el COVID-19.

El periodo que seguirá no será un tiempo libre de pandemia y con la UP volviendo rápidamente a su normalidad. Va a ser un periodo de pandemia intermitente. Para proyectar lo que está en juego en el próximo periodo, deben responderse varias preguntas.

*¿Cómo se comportó la universidad durante la pandemia?

* Es muy difícil generalizar, pero se puede decir que el centralismo se ha profundizado y la lógica burocrática que domina las relaciones intrauniversitarias en la actualidad no cambió un milímetro; se tuvo muy poco cuidado con los estudiantes más allá de breves momentos en línea o lidiando con las exclusiones que causó la supuesta ciudadanía digital; los maestros
que dedicaron más tiempo a los estudiantes lo hicieron por iniciativa propia y espíritu de misión; la situación de los docentes fue totalmente descuidada, enfrentando cambios en la vida familiar, utilizando tecnologías de enseñanza con las que la mayoría estaban poco familiarizados, con una inmensa carga burocrática, con el deseo de innovar, casi por necesidad frente a los desafíos de la pandemia, pero bloqueados por el muro burocrático.

*En resumen, la pandemia ha agravado las tendencias de degradación de la universidad que se iban notando durante mucho tiempo.

*¿Cómo se posicionará la UP en la disputa de la narrativa?

Tan pronto como pase la fase aguda de la pandemia, habrá un conflicto ideológico y político sobre la naturaleza de la crisis y los caminos de futuro.
La especificidad de la UP es que debe responder a esta pregunta en dos niveles: a nivel de la sociedad en general y a nivel de la universidad en particular. Se diseñaron tres escenarios:

a) todo volverá a la normalidad rápidamente;

b) habrá cambios mínimos para que todo permanezca igual;

c) la pandemia es la oportunidad de pensar en una alternativa al modelo de sociedad y de civilización en el que hemos vivido, basada en una explotación sin precedentes de los recursos naturales que, junto con la inminente catástrofe ecológica, nos lanzará a un infierno de pandemias recurrentes.

¿ Cómo expondrá la UP los escenarios y se posicionará ante ellos?

¿ Cómo responderá a los ataques que precedieron a la pandemia?

* La forma en que la UP interprete la crisis y responda a ella será decisiva para que se posicione ante los dos ataques precedentes: el neoliberalismo universitario y la ultraderecha ideológica. Creo que la UP solo se defenderá efectivamente contra ellos en la medida en se enfoque en el tercer escenario.

No es solo la institución que mejor puede resolver el tercer escenario y caracterizar el período de transición que implica. Es la única institución que puede hacerlo. Si no lo hace, será devorada por el vértigo neoliberal que ahora se ve reforzado por la orgía tecnológica de zoom, streamyard, webex, webinar, etc.

Vendrán los vendedores del primer y del segundo escenarios. Y, para ellos, la UP del futuro es online: grandes ahorros en personal docente, técnico y en instalaciones; forma expedita de acabar con las materias "ideológicas" y con las protestas universitarias (no hay estatuas en línea); eliminación de procesos deliberativos presenciales disfuncionales.

Finalmente, el fin de la crisis financiera. Pero también el fin de la universidad tal como la conocemos.

*¿Cómo luchará la UP por su futuro?

* Como dije, el futuro de la UP está vinculado a la credibilidad del tercer escenario. La estrategia se puede resumir en las siguientes palabras clave:

 democratizar, desmercantilizar, descolonizar y despatriarcalizar.

*Democratizar.

* La democratización de la UP tiene múltiples dimensiones. La UP debe democratizar la elección de sus rectores y autoridades. Las instituciones no democráticas para elecciones indirectas están históricamente condenadas. Son, en el peor de los casos, guaridas de compadrería y de cooptación y, en el mejor caso, espejismos de irrelevancia. Solo la comunidad universitaria en su conjunto tiene la legitimidad para elegir a los rectores y demás autoridades.

La UP debe democratizar sus relaciones con la sociedad. La UP produce conocimiento válido que es tanto más valioso cuanto mejor sabe dialogar con los otros saberes que circulan en la sociedad.

Una UP encerrada en sí misma es un instrumento fácil para los poderes económicos y políticos que quieren ponerla a su servicio. La UP tiene que democratizar sus relaciones con los estudiantes, a los cuales una pedagogía atrasada y rancia todavía ve como ignorantes vacíos donde los maestros mantienen el conocimiento lleno. La verdad es que se aprende-con y se enseña-con. Nada es unilateral, todo es recíproco.

*Desmercantilizar.

* Las UP deben comenzar a evaluar a sus profesores de acuerdo con otros criterios de productividad que no excluyan la responsabilidad social de la universidad, especialmente en el campo de la extensión universitaria.

No pueden privilegiar las ciencias y la investigación que generan patentes, sino más bien, la ciencia que contribuye al bien común de toda la población y crea ciudadanía.

En este dominio, las humanidades, las artes y las ciencias sociales volverán a tener el protagonismo que alguna vez tuvieron. Los estudiantes nacionales y los que provienen de las antiguas colonias no deben pagar las tasas de matrícula.

No pueden codiciar a los estudiantes extranjeros en la lógica de cacería de matrículas lucrativas.

Esta es una estrategia central para la democratización discutida anteriormente y para la descolonización analizada a continuación.

*Descolonizar.

* Las UP europeas y de inspiración eurocéntrica nacieron o prosperaron con
el colonialismo y hoy continúan enseñando y legitimando la historia de los vencedores de la expansión europea. Son cómplices del epistemicidio que acompañó al genocidio colonial. Las estatuas (y mañana los edificios, museos, archivos y colecciones coloniales) son los objetivos equivocados de mucha revuelta justa. Lo importante es que el poder que representan sea deslegitimado y contextualizado en el aprendizaje universitario.

*Por eso los planes de estudio tienen que ser descolonizados.

* No se trata de destruir conocimiento, sino de aumentar conocimiento para que se haga evidente que el conocimiento dominante a menudo es una ignorancia especializada e intencional.

Las UP necesitan urgentemente iniciar políticas de acción afirmativa para una mayor justicia cognitiva y etnorracial, tanto entre los estudiantes como entre los maestros. _

*Despatriarcalizar.*

En muchas universidades, las mujeres son la mayoría, pero los lugares de gobierno administrativo y científico siguen dominados por los hombres. Los planes de estudio siguen siendo misóginos y llenos de prejuicios sexistas.

¿Dónde están las científicas, las artistas, las escritoras, las luchadoras, las heroínas?

Las relaciones entre el personal docente, técnico y estudiantil tampoco están libres de los mismos prejuicios. Estas y muchas otras iniciativas que surgirán de los procesos de democracia universitaria constituyen una pesada agenda de trabajo, pero la alternativa es escalofriante: sin ellas la universidad no tendrá futuro. ///

Tomado de Blog Publico Espejos y Extraños.
Blog Publico Espejos y Extraños

martes, 7 de julio de 2020

1590 menciones en Academia.Edu para "Investigación Social Siglo XXI".

Apreciados amigos, compañeros e investigadores

Reciban ante todo un cordial y afectuoso saludo.

Hace doce años (2008-2020) se inicio el blogspot

"Investigación Social Siglo XXI", Habiendo recibido hasta hoy según el Sistema Global Blogger 16.082 visitas.

El proyecto se inicio como POSTGRADO URG, desde la maestría en Gerencia Administrativa de la Universidad Rómulo Gallegos, donde participamos como docente desde el año 2005 al 2011, dictando las asignaturas de Políticas Públicas y Controlaría Social, bajo la dirección del Dr. Leopoldo Calderón a quien honramos su memoria en este breve escrito, por sus excepcionales cualidades personales y buen amigo. Luego de ese trabajo docente y campo, recorriendo diferentes regiones del país (Caracas, San Juan de Los Morros, Calabozo, Valle de La Pascua, Zaraza, Maracay y Coro, nos dedicamos a la Investigación Social a través de Dos (2) doctorados:

Doctorado en Ciencias Gerenciales, UNEFA (2011-2015) y

Doctorado en Estudios Políticos en la Universidad de Los Andes (2016-2020).

Razón por la cual, damos gracias a Dios, por el camino andado, porque valió la pena el esfuerzo. Y hoy 06 de Julio hemos recibido la noticia y felicitación de que el blog aparece con 1.590 menciones en Academia.Edu por investigadores de todo el mundo.

Por este motivo compartimos este logro colectivo con las personas, amigos investigadores que han mantenido estrecha colaboración y apoyando esta iniciativa de difusión del conocimiento durante mas de una década.

Reiterándoles como siempre nuestra más alta estima y consideración en estos tiempos de PANDEMIA, complejidad e incertidumbre, pero con la FE y la esperanza puestas en el porvenir.

Saludos y bendiciones!!!


Eliú José Cardozo Sáez – Coordinador