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domingo, 1 de noviembre de 2020

La Raiz de los conflictos según la cábala. Dr. Mario Sabán

Hay tantos conflictos entre las personas, entre las naciones, entre las religiones, entre las familias, que uno se pregunta: ¿cuál es la raíz de tanta cantidad de conflictos?⠀
Padres con hijos, hermanos entre sí, guerras ancestrales entre las diversas naciones, religiones que creen imaginariamente poseer la verdad, ideologías que se creen superiores unas a otras, personas de la derecha contra la izquierda, personas de clase social baja contra personas de clase alta, personas divorciadas que se quieren destruir… Personas de religión católica contra los evangélicos y viceversa; dentro del islam, chiitas contra sunitas y viceversa; chinos contra tibetanos, rusos contra ucranianos, todos contra todos, todo son conflictos…⠀
¿Qué nos sucede a los seres humanos? ¿Estamos todos locos?⠀
Cuando alguien posee la maldad en su interior la exterioriza utilizando cualquier excusa. Las excusas son interminables, excusas religiosas, excusas nacionales, excusas ideológicas…⠀
¿Cuál es la raíz de tantos conflictos? ¿Cómo se puede llegar al Reino de Dios en estas condiciones? ⠀
La única verdad del alma en el mundo material es la paz, dicen los cabalistas.
 
¿Cómo pues alcanzar la paz del alma? Esta es la clave de toda nuestra existencia. ⠀
La única felicidad que el alma puede encontrar anida en el interior de la propia alma. No podemos buscar la paz en el exterior, porque la paz exterior es la consecuencia directa de la paz en nuestro interior. ⠀
Entonces, ¿cómo el alma logra la tan ansiada paz interior?
1. Los otros están para mi aprendizaje (elevación del Daat). Los otros no deben constituir una amenaza, sino, por el contrario, son en realidad los que siempre nos están enseñando, y debemos agradecérselo (inclusive a aquellos que, sin estar en paz con sí mismos, nos atacan).⠀
2. Todas las diferencias son diferencias en las vestimentas de la realidad, pero no son esenciales. La esencia es la luz de Dios y, por lo tanto, cada uno desde su lugar ilumina. La persona de derechas ilumina desde su posición, la persona de izquierdas ilumina desde su posición. El judío ilumina desde su posición, el cristiano desde la suya; los islámicos iluminan desde su posición, los ateos de la suya. Los de la clase alta iluminan desde allí y los de los niveles económicos más bajos iluminan desde donde se encuentran. Todos somos diferentes máscaras para iluminar el universo. ⠀
3. Cada perspectiva de la luz en cada alma está diseñada para ver algo que otra alma no puede ver. El alma de cada uno de nosotros es un universo. Todos nos necesitamos para construir el Reino de Dios, porque el Reino no es excluyente de nadie. Quienes excluyen están ciegos por la oscuridad.⠀
Los conflictos entre los seres humanos desaparecerán cuando todos estemos construyendo la era mesiánica y cuando cada alma se concentre en el sentido por la cual encarnó en este plano material. ⠀
El Tikún Olam, el proceso de rectificación constante, solo se podrá lograr cuando el alma comprenda para qué fue llamada. Si desvía sus energías, entonces buscará su identidad personal en el conflicto permanente. ⠀
Una identidad conflictiva es una identidad débil que no se puede sostener por sí misma. Una identidad fuerte es la que, abriéndose a los demás, reconoce en el otro la esencia de la luz. ⠀
Que la única competencia que tengamos sea la de superar al otro en amor, que la única envidia que tengamos la podamos transformar en admiración y que todo camino nos conduzca a percibir el alma de nuestro prójimo. ⠀
Mucha gente me pregunta cómo puede conocer a Dios… Les respondo que es fácil: que Dios está en mi interior y en el interior del alma del otro. Si no puedo descubrirlo allí, entonces nunca se me va a revelar. ⠀
Y cuando por cualquier motivo entro en conflicto con el otro, debo ser consciente de que estoy oscureciendo la luz de Dios que se tiene que derramar en nuestro universo para construir el Reino. ⠀

viernes, 24 de julio de 2020

Cosas de la pandemia. Guerras y Totalitarismo. Dr. Dante Pino Pascucci

La guerra, ese gran lastre que ha martirizado a la humanidad a lo largo de la historia, burlan y conculcan el derecho humano a la paz, así como tantos otros derechos que son inherentes a las personas. De allí que, el 10 de diciembre de 1948, habiendo transcurrido tres años luego de la finalización de la Segunda Guerra Mundial, la Asamblea General de las Naciones Unidas aprobó y proclamó la Declaración Universal de los Derechos Humanos; este histórico acontecimiento ocurrió en el Palacio Chaillot, así llamado porque se encuentra ubicado en la colina de Chaillot, en el distrito XVI, en la plaza del Trocadéro, París, Francia. Cincuenta y seis Estados integrantes de la recién creada ONU (24 de octubre de 1945), se reunieron en dicho lugar, cuarenta y ocho países votaron a favor, ocho se abstuvieron y no hubo votos en contra.

Finalizada la Primera Guerra Mundial (1914-1918), a instancias del Tratado de Versalles, el 28 de junio de 1919 se creó la Sociedad de Naciones (SDN) con el propósito de reorganizar Europa, preservar la paz y evitar que se repitiesen los horrores de la guerra recién finalizada. Los objetivos de esta organización, la seguridad colectiva, el desarme y el arbitraje como método para enfrentar los conflictos, no se pudieron cumplir del todo porque la gran depresión económica de 1929, el bombardeo de la isla de Corfú (ordenado por Mussolini) en 1923, la invasión japonesa a Manchuria en 1931, la Invasión que en 1935 la Italia fascista hizo en Abisinia, la Guerra Civil Española de 1936 a 1939 y el auge del autoritarismo, entre otras razones, llevaron al fracaso de la Sociedad de Naciones. Ese fracaso

estuvo acompañado de un debilitamiento y pérdida de confianza en los sistemas democráticos liberales más la creciente prédica nacionalista alentada por el fascismo y el nazismo que, como ideología en progreso, irrumpía en el escenario político de la época; su predicamento totalitario se abría paso como antítesis de la democracia. El movimiento futurista, por ejemplo, que fue germen del fascismo en Italia, sostenía que “la guerra es la higiene de la humanidad”, es decir, que todo el cuadro de dificultades y penurias que se vivía luego de la Primera Guerra Mundial, junto a las crisis descritas, se “sanaba con la guerra”, y tal barbaridad pasó a convertirse en el argumento para el autoritarismo, pasó ese a ser ese “estimulo que mueve a una persona a realizar una acción o a actuar de determinada manera”, fue el acicate, tal y como se define etimológicamente.

El futurismo, visto en su expresión política, y el fascismo coincidieron en la exaltación de lo nacional y en el propósito de crear el “hombre nuevo futurista”; sin embargo, el movimiento fascista acude al pasado, a la “gloria imperial romana”. Aitor Aurrekoetxea Jiménez (2019), en su obra Futurismo y fascismo, señala que en un principio ambos movimientos coincidieron desde la mirada “vital y conceptual”. Marinetti (impulsor del movimiento futurista) y Mussolini (líder del fascismo) se nutrieron de tesis antidemocráticas y desarrollaron un peligroso y agresivo nacionalismo.

Una constante en los autoritarismos de cualquier signo es que ponen en práctica un estilo y una estética que construyó el fascismo italiano y que los dejó como legado infame que otros emularían y aplicarían en lo sucesivo, este legado contenía: El mito del hombre nuevo, la masculinidad, el paternalismo, el patriarcado y la exaltación de la juventud; la camaradería, el elitismo y la creación del mesianismo profético en torno a la autoridad a través del culto al jefe; la violencia sanadora, purifcadora, mediante la guerra, suerte de imperialismo de los pobres; uniformidad y masa haciendo uso de toda una puesta en escena donde la seducción, la retórica y el discurso construido con una semiótica y simbología que conduce al fanatismo al sentido de pertenencia y a la conciencia de grupo, psicología de masas en acción, allí cabe todo: supremacismo, discriminación, racismo, exclusión, descalificación del adversario y la antipolítica como forma perversa de hacer política.

El irracionalismo palpable en el culto a la violencia, en su invocación como manifestación de superioridad, finalmente alcanza su realización con la guerra. Los dogmas y la praxis antidemocrática, aunque cínicamente se invoque la democracia, lo que en definitiva hacen es cultivar un cierto morbo por el terror, por la agresión (se justifican las anexiones territoriales, las invasiones y demás barbaridades similares), pues ese morbo por la guerra es parte de un mítico gusto por la muerte, de allí la creencia de que la guerra es sanadora.

Tanto en el pasado como en el presente los autoritarios y los totalitarios del color que sean, en ejercicio del poder o aspirantes al poder, “los salvadores del mundo”, dado el carácter agresivo que los identifica, emulando al futurismo político, al fascismo y a otros “ismos” opresores y autocráticos, pregonan: "No puede haber belleza sin lucha", por ello invocan la guerra como la efectiva y “única higiene del mundo”.

martes, 14 de julio de 2020

La Universidad pospandemica. Boaventura de Sousa Santos

*La universidad pospandémica* Boaventura de Sousa Santos, 13 julio, 2020.

Traducción de Antoni Aguiló y José Luis Exeni Rodríguez.

Para entender lo que podría pasar con la universidad es necesario recordar los principales ataques de los que la moderna universidad pública (UP) fue objeto antes de la pandemia.

Hubo dos ataques globales. Provinieron de dos fuerzas que se pueden sintetizar en dos conceptos: capitalismo universitario y ultraderecha ideológica.

El primer ataque se intensificó en los últimos cuarenta años con la consolidación del neoliberalismo como lógica dominante del capitalismo global.

*La universidad pasó a concebirse como un área de inversión potencialmente lucrativa.*_ Comenzó entonces un proceso polifacético que incluía, entre otras, las siguientes medidas: permitir y promover la creación de universidades privadas y permitirles el acceso a fondos públicos; invocar la crisis financiera del Estado para infrafinanciar las UP; devaluar los salarios del personal docente y flexibilizar su vínculo laboral con la UP para permitirles dar clases en universidades privadas, promoviendo así una transferencia de la inversión pública en la formación de profesorado al sector privado; establecer el pago de tasas de matriculación cuando antes la educación era gratuita e impulsar a las UP a obtener sus propios ingresos; introducir la lógica mercantil en la gestión de las UP, lo que se hizo en diferentes fases: las UP deben ser más relevantes para la sociedad, sobre todo mediante la formación de personal cualificado para el mercado; la condición de profesor e investigador debe flexibilizarse (es decir, precarizarse), siguiendo la lógica global del mercado laboral; los estudiantes deben concebirse como consumidores de un servicio
y los profesores deben estar sujetos a criterios globales de productividad;
las UP deben administrarse como una empresa más; las UP deben integrar sistemas de ranking global para medir "objetivamente" el valor mercantil de los servicios universitarios.

En Europa, a pesar de toda la retórica en sentido contrario, el objetivo principal del proceso de Bolonia fue consolidar a nivel europeo el modelo
de universidad neoliberal. En el caso portugués, este proceso implicó 

* el fin de la elección democrática de los rectores.

* Las razones más profundas del ataque del neoliberalismo a las UP residen en que estas tradicionalmente habían sido las formuladoras de proyectos nacionales, proyectos sin duda elitistas y a veces muy excluyentes (racistas, colonialistas, sexistas), pero que buscaban dar consistencia a la economía capitalista nacional y a la sociedad en la que se asentaba.

Resulta que para el neoliberalismo la idea de proyecto nacional, tal y como la idea del capitalismo nacional, era un anatema. El objetivo era la globalización de las relaciones económicas en términos de libre circulación de capitales, bienes y servicios (no de trabajadores).

Como resultado, antes de la pandemia las UP ya estaban muy desfiguradas, sin ninguna visión de misión social, lidiando con crisis financieras crónicas.

En general, los rectores reflejaron este panorama, convertidos en gestores de crisis financieras, incapaces de poner en práctica ideas innovadoras incluso si las tuviesen, situación que se hizo rara, sobre todo después de que dejaron de ser electos por la comunidad universitaria.

El segundo ataque, más reciente, vino de la derecha ideológicamente ultraliberal, que tiene una ideología extremadamente conservadora, cuando no reaccionaria, a veces formulada en términos religiosos.

Esta derecha está apoyada socialmente por grupos radicales, de extrema derecha, de tipo neonazi o proselitistas religiosos. Esta ultraderecha ha llegado al gobierno en diferentes países, desde Hungría a Turquía, desde Brasil a la India, desde Polonia a Estados Unidos.

Sin embargo, en algunos países, como Estados Unidos, hace mucho que venía influyendo en la política universitaria, a escala de los estados de la Federación y desde las estructuras de gobierno de las UP.

*Este ataque, a pesar de ser altamente ideológico, se presentó como antiideológico y se formuló de dos maneras principales. La primera fue
que todo pensamiento crítico, libre e independiente busca subvertir las instituciones y desestabilizar el orden social.

* La UP es el nido donde se crían los izquierdistas y se propaga el "marxismo cultural", una expresión utilizada por el nazismo para demonizar a los intelectuales de izquierda, muchos de los cuales eran judíos.

* La segunda ha sido particularmente dominante en la India y considera como ideología todo lo que no coincide con la comprensión política conservadora del hinduismo político.

* Tanto la Ilustración eurocéntrica como el Islam se consideran peligrosamente subversivos. En otros contextos, es el islam político el que desempeña el papel de guardián ideológico contra las ideologías.

*Ambos ataques, aunque diferentes en la formulación y en su base de sustentación, convergen en el mismo objetivo:

evitar que la UP continúe produciendo conocimiento crítico, libre, plural e independiente.

* Muchas de las críticas antiideológicas utilizaron la crisis financiera de las UP para reducir la educación a las materias básicas, supuestamente libres de ideología y más útiles para el mercado laboral. Muchas de las llamadas materias ideológicas se impartieron en cursos opcionales, en departamentos de literatura y de filosofía o en departamentos recién creados.

El ataque consistió en eliminar las opciones y cerrar estos departamentos
por supuestas razones financieras. Durante la pandemia, estos ataques se atenuaron y las UP centraron sus prioridades en adaptarse a los cambios causados por la pandemia.

Muchas vieron aumentar su visibilidad pública gracias al protagonismo de los científicos que investigan en áreas relevantes para el COVID-19.

El periodo que seguirá no será un tiempo libre de pandemia y con la UP volviendo rápidamente a su normalidad. Va a ser un periodo de pandemia intermitente. Para proyectar lo que está en juego en el próximo periodo, deben responderse varias preguntas.

*¿Cómo se comportó la universidad durante la pandemia?

* Es muy difícil generalizar, pero se puede decir que el centralismo se ha profundizado y la lógica burocrática que domina las relaciones intrauniversitarias en la actualidad no cambió un milímetro; se tuvo muy poco cuidado con los estudiantes más allá de breves momentos en línea o lidiando con las exclusiones que causó la supuesta ciudadanía digital; los maestros
que dedicaron más tiempo a los estudiantes lo hicieron por iniciativa propia y espíritu de misión; la situación de los docentes fue totalmente descuidada, enfrentando cambios en la vida familiar, utilizando tecnologías de enseñanza con las que la mayoría estaban poco familiarizados, con una inmensa carga burocrática, con el deseo de innovar, casi por necesidad frente a los desafíos de la pandemia, pero bloqueados por el muro burocrático.

*En resumen, la pandemia ha agravado las tendencias de degradación de la universidad que se iban notando durante mucho tiempo.

*¿Cómo se posicionará la UP en la disputa de la narrativa?

Tan pronto como pase la fase aguda de la pandemia, habrá un conflicto ideológico y político sobre la naturaleza de la crisis y los caminos de futuro.
La especificidad de la UP es que debe responder a esta pregunta en dos niveles: a nivel de la sociedad en general y a nivel de la universidad en particular. Se diseñaron tres escenarios:

a) todo volverá a la normalidad rápidamente;

b) habrá cambios mínimos para que todo permanezca igual;

c) la pandemia es la oportunidad de pensar en una alternativa al modelo de sociedad y de civilización en el que hemos vivido, basada en una explotación sin precedentes de los recursos naturales que, junto con la inminente catástrofe ecológica, nos lanzará a un infierno de pandemias recurrentes.

¿ Cómo expondrá la UP los escenarios y se posicionará ante ellos?

¿ Cómo responderá a los ataques que precedieron a la pandemia?

* La forma en que la UP interprete la crisis y responda a ella será decisiva para que se posicione ante los dos ataques precedentes: el neoliberalismo universitario y la ultraderecha ideológica. Creo que la UP solo se defenderá efectivamente contra ellos en la medida en se enfoque en el tercer escenario.

No es solo la institución que mejor puede resolver el tercer escenario y caracterizar el período de transición que implica. Es la única institución que puede hacerlo. Si no lo hace, será devorada por el vértigo neoliberal que ahora se ve reforzado por la orgía tecnológica de zoom, streamyard, webex, webinar, etc.

Vendrán los vendedores del primer y del segundo escenarios. Y, para ellos, la UP del futuro es online: grandes ahorros en personal docente, técnico y en instalaciones; forma expedita de acabar con las materias "ideológicas" y con las protestas universitarias (no hay estatuas en línea); eliminación de procesos deliberativos presenciales disfuncionales.

Finalmente, el fin de la crisis financiera. Pero también el fin de la universidad tal como la conocemos.

*¿Cómo luchará la UP por su futuro?

* Como dije, el futuro de la UP está vinculado a la credibilidad del tercer escenario. La estrategia se puede resumir en las siguientes palabras clave:

 democratizar, desmercantilizar, descolonizar y despatriarcalizar.

*Democratizar.

* La democratización de la UP tiene múltiples dimensiones. La UP debe democratizar la elección de sus rectores y autoridades. Las instituciones no democráticas para elecciones indirectas están históricamente condenadas. Son, en el peor de los casos, guaridas de compadrería y de cooptación y, en el mejor caso, espejismos de irrelevancia. Solo la comunidad universitaria en su conjunto tiene la legitimidad para elegir a los rectores y demás autoridades.

La UP debe democratizar sus relaciones con la sociedad. La UP produce conocimiento válido que es tanto más valioso cuanto mejor sabe dialogar con los otros saberes que circulan en la sociedad.

Una UP encerrada en sí misma es un instrumento fácil para los poderes económicos y políticos que quieren ponerla a su servicio. La UP tiene que democratizar sus relaciones con los estudiantes, a los cuales una pedagogía atrasada y rancia todavía ve como ignorantes vacíos donde los maestros mantienen el conocimiento lleno. La verdad es que se aprende-con y se enseña-con. Nada es unilateral, todo es recíproco.

*Desmercantilizar.

* Las UP deben comenzar a evaluar a sus profesores de acuerdo con otros criterios de productividad que no excluyan la responsabilidad social de la universidad, especialmente en el campo de la extensión universitaria.

No pueden privilegiar las ciencias y la investigación que generan patentes, sino más bien, la ciencia que contribuye al bien común de toda la población y crea ciudadanía.

En este dominio, las humanidades, las artes y las ciencias sociales volverán a tener el protagonismo que alguna vez tuvieron. Los estudiantes nacionales y los que provienen de las antiguas colonias no deben pagar las tasas de matrícula.

No pueden codiciar a los estudiantes extranjeros en la lógica de cacería de matrículas lucrativas.

Esta es una estrategia central para la democratización discutida anteriormente y para la descolonización analizada a continuación.

*Descolonizar.

* Las UP europeas y de inspiración eurocéntrica nacieron o prosperaron con
el colonialismo y hoy continúan enseñando y legitimando la historia de los vencedores de la expansión europea. Son cómplices del epistemicidio que acompañó al genocidio colonial. Las estatuas (y mañana los edificios, museos, archivos y colecciones coloniales) son los objetivos equivocados de mucha revuelta justa. Lo importante es que el poder que representan sea deslegitimado y contextualizado en el aprendizaje universitario.

*Por eso los planes de estudio tienen que ser descolonizados.

* No se trata de destruir conocimiento, sino de aumentar conocimiento para que se haga evidente que el conocimiento dominante a menudo es una ignorancia especializada e intencional.

Las UP necesitan urgentemente iniciar políticas de acción afirmativa para una mayor justicia cognitiva y etnorracial, tanto entre los estudiantes como entre los maestros. _

*Despatriarcalizar.*

En muchas universidades, las mujeres son la mayoría, pero los lugares de gobierno administrativo y científico siguen dominados por los hombres. Los planes de estudio siguen siendo misóginos y llenos de prejuicios sexistas.

¿Dónde están las científicas, las artistas, las escritoras, las luchadoras, las heroínas?

Las relaciones entre el personal docente, técnico y estudiantil tampoco están libres de los mismos prejuicios. Estas y muchas otras iniciativas que surgirán de los procesos de democracia universitaria constituyen una pesada agenda de trabajo, pero la alternativa es escalofriante: sin ellas la universidad no tendrá futuro. ///

Tomado de Blog Publico Espejos y Extraños.
Blog Publico Espejos y Extraños

martes, 7 de julio de 2020

1590 menciones en Academia.Edu para "Investigación Social Siglo XXI".

Apreciados amigos, compañeros e investigadores

Reciban ante todo un cordial y afectuoso saludo.

Hace doce años (2008-2020) se inicio el blogspot

"Investigación Social Siglo XXI", Habiendo recibido hasta hoy según el Sistema Global Blogger 16.082 visitas.

El proyecto se inicio como POSTGRADO URG, desde la maestría en Gerencia Administrativa de la Universidad Rómulo Gallegos, donde participamos como docente desde el año 2005 al 2011, dictando las asignaturas de Políticas Públicas y Controlaría Social, bajo la dirección del Dr. Leopoldo Calderón a quien honramos su memoria en este breve escrito, por sus excepcionales cualidades personales y buen amigo. Luego de ese trabajo docente y campo, recorriendo diferentes regiones del país (Caracas, San Juan de Los Morros, Calabozo, Valle de La Pascua, Zaraza, Maracay y Coro, nos dedicamos a la Investigación Social a través de Dos (2) doctorados:

Doctorado en Ciencias Gerenciales, UNEFA (2011-2015) y

Doctorado en Estudios Políticos en la Universidad de Los Andes (2016-2020).

Razón por la cual, damos gracias a Dios, por el camino andado, porque valió la pena el esfuerzo. Y hoy 06 de Julio hemos recibido la noticia y felicitación de que el blog aparece con 1.590 menciones en Academia.Edu por investigadores de todo el mundo.

Por este motivo compartimos este logro colectivo con las personas, amigos investigadores que han mantenido estrecha colaboración y apoyando esta iniciativa de difusión del conocimiento durante mas de una década.

Reiterándoles como siempre nuestra más alta estima y consideración en estos tiempos de PANDEMIA, complejidad e incertidumbre, pero con la FE y la esperanza puestas en el porvenir.

Saludos y bendiciones!!!


Eliú José Cardozo Sáez – Coordinador

domingo, 28 de junio de 2020

Cosas de la pandemia. ¿Que hacer?. D. Pino Pascucci

COSAS DE LA PANDEMIA

¿QUÉ HACER?


          D. Pino Pascucci S.

La verdad es que en medio de esta situación de pandemia no resulta fácil resolver tantas exigencias asociadas a diversos problemas, particularmente los concernientes a la educación. El proceso educativo es complejo, exigente, lleno de un sinnúmero de requerimientos a los efectos de que tenga calidad y logre el gran propósito que el mismo tiene.


Ahora bien, debemos ser creativos, inventar, resolver ante esta seria crisis, pero no podemos tapar el sol con un dedo. La situación en nuestra realidad como país es doblemente compleja, amén del problema derivado de la pandemia, enfrentamos una crisis de extraordinarias proporciones y de una magnitud no conocida en los últimos cien años de nuestra historia; por consiguiente, esta crisis humanitaria compleja, esta realidad política, económica y social tan delicada impide grandemente enfrentar los retos que esta nueva era epidemiológica nos ha impuesto.


Tal vez no se ha sopesado bien el momento crítico que estamos confrontando. En días recientes hice referencia a la necesidad de echar mano de la corresponsabilidad como estrategia para construir vida en sociedad, inspirada en la concordia y no en la discordia, en la unidad (respetando la diversidad) y no en la división que debilita e inmunosuprime nuestra fuerza como nación.


Posiblemente por efecto de la litigiosidad autodestructiva instalada en el país no alcanzamos a ver el tamaño de la gran crisis que vive Venezuela, una crisis paragonable, en sus efectos demoledores, a lo vivido por las naciones envueltas en la Segunda Gran Conflagración Mundial: pueblos y ciudades destruidas por bombardeos; niños, jóvenes, ancianos, mujeres y hombres fallecidos en el fragor de la guerra; odio racial, exterminio, holocausto y una diáspora de humanos con tristes recuerdos y muchos dolores en sus equipajes. Por ello pienso que cualquier solución, de cara a las restricciones que nos ha impuesto el letal y diminuto Covid 19, requerirá de inteligencia en mente y corazón, requerirá de Gerencia Avanzada, es decir, de mucho humanismo, de liderazgos conscientes del momento que estamos viviendo, requerirá de estudio, compresión y consideración del contexto histórico en el que se encuentra y navega la realidad venezolana.


No pretendo ser alarmista, pero si quiero llamar la atención, pues si no pensamos con un sentido de trascendencia corremos el grave peligro de la disolución.


A la sociedad toda le toca reflexionar el momento que vive Venezuela. Toca sí, en primer lugar y en grado mayor, a la dirigencia en funciones de gobierno dar el primer paso y oír - pero sobretodo escuchar- a todos los venezolanos. Toca a la dirigencia política, empresarial, académica, científica, espiritual, sindical y social pensar en grande, con la humildad de reconocer los errores y aceptar que las urgencias, por la gravedad de lo que está viviendo nuestra patria, no admiten más demoras ni absurdas estrategias de odios estimuladas por malos consejeros y consentidas por nosotros.


Decía Don Simón Rodríguez:

"o inventamos o erramos". Si no intentamos superar la crisis miraremos con dolor nuestros errores y sus devastadoras consecuencias.


Estudiosos de la filosofía con sobrada razón han dicho que "la costumbre se convierte en enemiga del pensamiento". No nos acostumbremos a ver avanzar el deterioro.


Decía Aristóteles que "el asombro es lo que lleva al hombre a pensar". Tenemos que vencer la indiferencia, debemos asombrarnos y pensar en soluciones abandonando las diatribas inútiles, las agresiones, las descalificaciones y la absurda confrontación que durante más de veinte años ha marcado la suerte de la nación y tienen al país a punto de "extrema unción". Somos un país con grandes potencialidades, un país que ha visto evaporarse casi dos billones de dólares que en las últimas dos décadas ingresaron al fisco nacional por concepto de exportación de petróleo. Hoy la realidad nos golpea a la cara, las condiciones de depauperación en que nos encontramos no las podemos disimular.


Si, superemos esta objetiva extenuación en la que nos encontramos, pero para ello somos necesarios todos. Le corresponde, le toca dar el primer paso a quienes detentan el poder, dar ese paso sin fintas ni gambeteos y si con propósito de enmienda, obrando como Bonus Pater Familiae.


jueves, 4 de junio de 2020

OIGAMOS EL CLAMOR DE LA GENTE. DR. D. PINO PASCUCCI

               OIGAMOS EL CLAMOR DE LA GENTE

                                       D. Pino Pascucci S.

     Sin pasión y sí con mucha reflexión expreso un parecer que debe orientarnos en el debate para encontrar salidas viables, factibles. Sé que tal propósito no es fácil, y menos fácil se hace cuando nos dedicamos a la autoflagelación, a la división, a la descalificación y al insulto. 

      Estamos en un momento muy difícil del destino venezolano. Esta hora menguada -y no es retórica- nos exige mucha inteligencia porque están dadas todas las condiciones para que ocurra, en términos histórico-politicos, lo peor, inclusive la disolución del país; esto último no lo digo por alarmismo, lo digo convencido de que "todos los condimentos están en la olla".

      El país es más que 15 personas en el poder y más que 15 opositores en escena, es más que algunos twitteros o seguidores en las redes; el país somos millones de seres humanos que sufren afuera y sufrimos aquí adentro, la mayoría de estos humanos en precarísimas condiciones. Debemos, con dignidad y seriedad oír el clamor de la gente, ir al sentir del ciudadano común mortal, ciudadano sin cargos ni distinciones honoríficas. Debemos abandonar la comodidad de nuestra cueva para mirar a quienes padecen un infierno en el que las retóricas, las estridencias y las promesas de villas y castillos nada le dicen ni detienen su procesión en el pasillo de la muerte camino a la guillotina.

      Todos, con un mínimo de sindéresis y buen propósito debemos parar la locura que se está viviendo. Las universidades, las academias, los gremios, los sindicatos, las comunidades, las iglesias, en fin, todos, debemos procurar impedir que el cáncer devastador del desatino y la incertidumbre avance en su recorrido destructor del cuerpo exangüe llamado Venezuela.

      Cuando Giovanni Battista Agostino Codazzi Bartolotti , en 1839, terminó de elaborar el mapa de Venezuela, nuestro territorio tenía un poco más de 2 millones de Km2, y por un sin fín de incapacidades, diatribas, peleas y asedios foráneos e indiferencias internas perdimos la mitad de ese territorio. A lo largo de nuestra historia hemos padecido muchos eventos terribles que sumados a los desprecios y vituperios contra la racionalidad, la inteligencia, la concordia, la serenidad y la conciencia han contribuido a que hoy casi todo esté destruido, empezando por el afecto entre nosotros, el derecho a disentir sin ser insultados, el amor por el terruño, el sentido de ciudadanía y de compromiso no oportunista ni miserablemente ambicioso. 

      Después de nuestra independencia hemos perdido tanto que hoy poco nos queda y podemos perderlo todo. Es verdad que hemos tenido muchos connacionales brillantes, que hemos hecho y conquistado cosas extraordinarias, pero también es cierto que un tornado de insensateces ha arrasado cuanto ha encontrado a su paso.

      Todo se habrá perdido si no reflexionamos y nos unimos por el país, si no entendemos que, como en la antigua Grecia, la Kalokagathia, la ciudadanía ha de ser la máxima perfección ética de nosotros. Pareciera que a los líderes les cuesta entender lo que Tales de Mileto aconsejaba al decir "no trabajes para ser bello de rostro, procura más bien ser bello de obras; no te enriquezcas con malas artes", pues el hombre debe ser sagrado para el hombre. De modo, pues, que hace falta filautía (amor propio) para que pueda haber amor por el prójimo, sentido de alteridad.

      El momento es muy delicado y nos toca, desde mi parecer,  activar el sentimiento de Communitas Convivialis, que no es otra cosa que el cum: juntos, y el munus: el don de dar.. todo ello en convivencia, pensando y convencidos de que el  Cum sea el ser de la existencia, eso que valida lo que somos como humanos. 

      Para alentar a todo aquel que quiera liberarse del cepo extremista bien vale citar el Salmo 1 que nos dice:

"Bienaventurado el varón que no anduvo en consejo de malos".



viernes, 15 de mayo de 2020

Los 72 nombres de Dios.




Antes de acostarse o al levantarse simplemente medite en cada uno de los nombres de Dios. Recuerde que usted tiene la genética de Dios y su subconsciente lo entenderá. Después le animo a que investigue el significado y poder que tiene cada uno de estos nombres. 



sábado, 9 de mayo de 2020

Sinderesis. Pino Pascucci

UN POQUITO DE SINDÉRESIS.

En mi humilde parecer, estimo que en política no está de más una dosis de Sindérisis.

Al respecto compartiré lo que dice el Glosario de filosofía cuando refiere que la 
Sindérisis es una palabra de origen griego, syntéresis, de synterõ, conservación, conservar. Palabra también del latín de la Edad Media que alude al discernimiento, al sentido común, algo ausente por cierto en muchos momentos y en no pocas acciones y conductas.

Syntéresis es también discreción, que al derivar de Sytéreo nos indica prestar atención, observar. Me permito añadir: observar con inteligencia y mucho sentido crítico y autocrítico, importante todo esto para la praxis política y para el liderazgo exitoso.

También se dice de la Sindéresis que "es la capacidad del alma para poder diferenciar el bien del mal", saberlo distinguir sin que ello signifique un dilema maniqueo, reduccionista. Cierto es que la política es de una complejidad tal que trasciende simplismos y la Sindéresis es un buen recurso en incontables situaciones.

Agréguese que, igualmente, en un sentido filosófico la Sindéresis también constituye una adecuación o capacidad que permite "captar y reconocer los primeros principios morales". Estos últimos tan ligados al ethos vital. La ética, lamentablemente, ha sido preterida en la política y vista con poco aprecio en ciertos procederes. 

Algunos se han empeñado en querer divorciar la política y la ética. Al respecto el filósofo centroamericano Serrano Caldera ha dicho que en la polis griega " "...era un sin sentido la existencia de la política sin la ética, porque toda política debe ser una una ética en su desarrollo".

Por su parte, los Escolásticos se referían a la Sindéresis para recordar que los seres humanos estamos en capacidad de distinguir lo bueno de lo malo. Los Escolásticos le otorgaban al mal un valor absoluto, por consiguiente, dada la capacidad racional que naturalmente tenemos, el mal se ve casi que intuitivamente. Del mismo modo, en forma natural, también, hacemos uso de los principios del razonamiento, entre los que se encuentra el principio aristotélico de "no contradicción".

Creo que toca hacer mucha reflexión, propiciar unidad, grandeza, abandonar la autoliquidación y  asirse a una buena dosis de sindérisis para no ser vencidos por las contradicciones.

Saludos afectuosos,

               Pino Pascucci.

miércoles, 22 de abril de 2020

A propósito de la pandemia. Lo que estamos viviendo es muy serio. D. Pino Pascucci

A PROPÓSITO DE LA PANDEMIA.

LO QUE ESTAMOS VIVIENDO ES MUY SERIO


Pino Pascucci S.

Es curioso que la lógica de la guerra fría no ha sido superada en la mente de algunos gobernantes, líderes y analistas que todo lo reducen a la dicotomía de esa confrontación.

 

Pienso que el mundo tiene problemas graves que nos colocan en un plano ético:

*Democracia versus autoritarismo (este último del color que sea y en nombre de la ideología que sea).

 

*Relaciones mundiales ganar ganar o ganar perder con los consiguientes conflictos, des-balances y guerras. 

 

*Inclusión sin exclusión o pensamiento único y exterminio del otro como expresión de racismo en todos los órdenes.

 

El terrorismo conceptual es terrible porque no termina de admitir que estamos ante un cambio de época. Suele ser recurrente en la historia de la humanidad esta negación a aceptar los cambios. En la Edad Media, por ejemplo, "IL Rinascimento"  descolocó  a muchos y las hogueras se multiplicaron hasta que la propia realidad apagó sus ardientes brasas.

 

Un filósofo argentino que leo y admiro escribió un libro intitulado Una Ética para el Siglo XXI. Ese filósofo se llama Osvaldo Guariglia. Él señala que esa ética no es otra que la de los Derechos Humanos, esos que nosotros como abogados sabemos que corresponden al más alto nivel de evolución y civilidad que encarna el Derecho como opción inteligente para la solución de los conflictos, tal y como fue proclamado en Roma al ser establecido como "IUS EST ARS BONI ET AEQUI", EL ARTE DE LO BUENO Y DE JUSTO, por consiguiente, esencia epistemológica del Derecho. 

 

Ese legado de Roma al mundo es la clave:  "Ubi homo, ibi societas. Ubi societas, ibi ius" (dónde está el hombre, está la sociedad. Dónde hay sociedad hay derecho). Lo demás es la autodestrucción. 

 

La gente sencilla del mundo está demostrando que en el planeta hay lugar para todos, que nos necesitamos todos, que es posible un mundo de progreso y prosperidad a partir de otros paradigmas económicos, sociales y políticos fundados en la corresponsabilidad, más allá de individualismo con sabor a eutanasia social y colectivismos absurdos, asfixiantes y finalmente genocidas.

miércoles, 8 de abril de 2020

Reflexiones de Mauricio Ardilla de la comunidad de los Muiscas (Colombia).

Mauricio Ardilla Mamo (sabio) de la comunidad de los Muiscas (Colombia)


“En estos días he estado consultando el territorio y revisando sobre la situación actual. Hay mucho miedo, rabia, tristeza, etc. dando vueltas que a veces no nos permite ver la oportunidad que tenemos en frente.  Por cientos de años, si no miles, la humanidad se ha ido alejando cada vez más de un orden, centrándose cada vez más en las leyes humanas creyendo poder desde ahí regirlo todo. Pero hay un Orden Mayor, una Ley Mayor, que es superior a la de la humanidad. Esa ley permite un orden del todo, entre todo, y por el bienestar de todo. Al ser un orden que viene del Origen, se rige por pilares fundamentales muy simples. La manera como se manifiesta ese Orden Mayor en cada territorio, es la Ley de Origen de cada pueblo. Es la manera local en que se viven esos pilares fundamentales simples a través del territorio local. Desde nuestro territorio de origen Muisca, leemos que uno de los pilares fundamentales de ese orden mayor son siete estados, que para nosotros es el Primer Acuerdo. Esos siete estados son: Humildad, Honestidad, Respeto, Verdad, Sabiduría, Fortaleza, y Amor. Son la aseguranza que surge de la primera relación, de la dualidad como fundamento de la creación, que ordena esa y cualquier relación. Es decir, es la posibilidad que tenemos de vivir ese Orden Mayor a través de nuestras relaciones.


Con el tiempo, la humanidad al alejarse del Orden Mayor, empezó a irrespetar las casas de todo… los tiempos de todo. Comenzó a volar las montañas, a correr los ríos, a trancar las aguas. Se invento relojes y tiempos, extendió el día con la luz artificial, esclavizo animales y plantas, aguas y fuegos, tierra y aire para su beneficio. Creó sistemas políticos y económicos desde y para los humanos, se inventó dioses a nuestra imagen y semejanza, y desde ahí, creyó poder regirse y regirlo todo.  En pocas palabras, secuestró la casa, casa que era y es de todos. La humanidad, dejó de escuchar a todos, a madre y padre, al Orden Mayor, y se centró en escucharse a sí mismo. Y la mayoría dejo de escuchar el consejo.


Hace unos 15 años, en una reunión de abuelos en el Amazonas, se nombraba que las medicinas tenían que volver a su casa. Que era el momento que cada pueblo revisara su casa. Hace unos seis años, en una reunión acá en nuestro lugar de origen Muisca, 28 abuelos de los pueblos ancestrales colombianos, desde la consulta, llegaban a la misma conclusión. Cada pueblo tiene que ir a ordenar su casa. En los pueblos de Norteamérica, igual salía el mismo consejo. Por años algunos abuelos de los pueblos de la Sierra Nevada, de la cordillera de los Andes, del Amazonas, de Centroamérica, de Norteamérica, han estado compartiendo un llamado a hacer cambios desde ese Orden Mayor.


Como cualquier sistema natural, es un sistema flexible que respeta los tiempos de cambio, de ajustes, de modificaciones, que se adapta, que está vivo. Es el resultado de infinidad de relaciones entre las partes que lo componen, y está constantemente en evolución. Cuando se registran hechos que alteran ese orden natural de cambios continuos, el sistema reacciona. Es como si en nuestro cuerpo a la cabeza se le ocurriera robarse la sangre de las arterias porque quiere más sangre para su desarrollo, sin importar que esa sangre es el alimento para todo el cuerpo, para cada órgano, que tiene una función para todos. El cuerpo reaccionará de alguna forma para compensar este atropello. Igual se sentirá este cuerpo que es el todo, específicamente este cuerpo que es el planeta y sus relaciones, cuando robamos el agua sin importar que está en relación de bienestar con todos los seres.

Hoy, estamos siendo obligados a una cuarentena en nuestras casas por un virus que aparece. Veo entonces, una oportunidad para hacer la tarea. Revisar y ordenar la casa. Pero no solo la casa física. Ordenar la Casa. Desde el Orden Mayor.

Todo tiene que volver a su casa, a ordenar su casa, cada uno a revisar su casa. Las medicinas deben volver a su casa. Las religiones deben volver a su casa. Los sistemas políticos y económicos deben revisarse. Deben revisarse y reordenarse desde ese Orden Mayor. Pasarlo todo por esos siete estados. Idealmente, sería volver a vivir cada uno desde la Ley de Origen que le corresponde, respetando y tejiéndose con las leyes de origen de otros. En un principio, sería ideal volver a sembrar lo que uno come, vestirse con lo que uno teje, y hacer la casa con el material donde va a estar, pidiendo permiso y agradeciendo. Pero esto va a ser difícil si no imposible ahora para muchos. Pero igual se debe comenzar a caminar hacia el sueño. Se puede. Se debe. Uno de los cambios profundos de seguir ese Orden Mayor, es pensar comunitario y no desde el bienestar individual, de una familia, grupo, comunidad humana en particular. Comunidad con todo. Por el bienestar de todo.

Para nosotros, el seguir ese orden mayor implica un ordenamiento. La primera casa que continuamente hay que ordenar es el individuo. Yo. Cómo estoy pensando? Qué estoy alimentando con la palabra, con mis acciones? Cómo estoy cuidando mis relaciones? Cómo cuido mi agua, mi fuego, mi aire, mi tierra? Qué decisiones estoy tomando? Se parte esa revisión desde lo cotidiano… Es ahí donde hay que hacer la tarea. Por años se pensó hacerlo desde los espacios ceremoniales. Hay que volver a que lo cotidiano es una ceremonia constante.  Todo es sagrado. Y desde lo cotidiano, cuidar la palabra… cuidar el pensamiento. El pensamiento crea, alimenta y la palabra lo pone en movimiento. Estar atento, por ejemplo, a palabras como todos, siempre, nunca, jamás. Los absolutos pueden esconder juicios. Cómo hablo del otro? De qué patrones culturales participo que no están alineados con ese Orden Mayor? Estar atentos a lo que participo. Cada vez que compro algo, qué estoy alimentando? Empezar por conseguir el alimento de la siembra local. Lo de la casa. Por qué hay mangos en invierno en países con estaciones? Qué implica tener ese mango ahí? Comenzar a respetar los tiempos. Comenzar a escuchar a los otros. A todo. Cambiar diferencias por diversidades. Saber que no puedo hablar desde la verdad como si la poseo. Si no de una parte que es mi vivencia, y desde la relación con otros, desde esos siete estados, poder sentarnos a escuchar para entre todos conocer un poco mas de esa verdad. Volver a escuchar es la tarea ahora.

La segunda casa es la pareja. Compañero o compañera. Y ahí hacer la misma tarea. Pasar mi relación por el filtro de esos siete estados. Me relaciono con el otro desde la humildad, honestidad, respeto, sabiduría, fortaleza, amor y verdad? Realmente estoy escuchando al otro o me estoy escuchando a mí mismo? Estoy pegando con la palabra? Mi relación está basada en condiciones? Vivir desde esos siete estados no esta condicionado a nada. Se entrega amor sin esperar amor. Se entrega respeto sin esperar respeto. La tarea personal no esta condicionada si el otro la hace o no. Si los gobiernos lo hacen o no. Eso es tarea del otro, pero no se puede negociar mi tarea si el otro no la hace. En la pareja, hay que cuidar y alimentar ese espacio desde esos siete estados, porque es lo que nos permite llegar a acuerdos en la diversidad.

La tercera casa es la familia, y se multiplican las relaciones que hay que estar atentos. Cómo estoy relacionándome con los hijos/as, padre, madre, tías, tíos, primos, abuelos/as etc? Cada una de esas relaciones, revisarlas desde esos siete estados. Qué les estoy transmitiendo? Cómo estamos educando a los hijos/as? Transmitimos lo que somos, lo que vivimos, en lo cotidiano. No desde la palabra. Es desde la vivencia.

La cuarta casa es la comunidad. Qué estoy haciendo por mi comunidad? Cómo estoy participando de la creación y qué hago por el bienestar de los demás? De nada sirve estar bien como individuo y no entregarlo al servicio. Participo desde lo que soy y hasta lo que soy. El tejido real no solo es desde la palabra, es desde el escuchar… Se habla mucho, pero se escucha poco. Hay que revisar las estructuras sociales, económicas, políticas y de justicia desde ese filtro de esos siete estados. Los espacios que hemos creado para llegar a acuerdos, para andar en el camino del bienestar, están viciados de ego, de poder, de miedo, de rabia, de la visión limitada del bienestar para el ser humano. Preguntarnos si en el senado, los concejos, las juntas de acción comunal, los juzgados, las presidencias, que son los espacios de donde salen las leyes humanas, se revisan y se aplican, donde llegamos a acuerdos para el bienestar de todos, están en la humildad, la honestidad, el respeto, la sabiduría, la fortaleza, el amor y la verdad? Igual hacerlo con las estructuras económicas, las estructuras sociales y culturales. Idealmente, las directrices que deben seguir estas estructuras humanas deben direccionarse desde la lectura de la ley de origen. Eso implica una consulta constante por quienes tienen la capacidad de escuchar el Orden Mayor desde el territorio, que dicta el qué hacer. No es solamente una decisión humana, es una dirección, una decisión, que tomamos a partir de un orden mayor.


La quinta casa es el territorio. El territorio es un contenedor, un espacio un cuerpo vivo donde se manifiestan y viven las relaciones entre todo lo que lo compone. Cada piedra, cada árbol, cada pozo, cada río, cada persona, cada animal, cada planta… cada uno de los elementos influye y es influido por el otro en el tejido del territorio. Cada uno tiene su función. Cada uno es esencial. Cómo estoy cuidando las infinitas relaciones que hay en el territorio? Con las aguas, la tierra, las piedras, las plantas, los bosques, los animales, etc? Estoy respetando sus casas, sus tiempos? Es una relación utilitaria? (Lo cuido porque me sirve, lo necesito) No se trata de cuidar el “medio ambiente” como algo que cuidar porque lo necesitamos, porque nos sirve.


La sexta casa es nuestra relación con el Orden Mayor. Es eso que algunos llaman lo “espiritual”, lo “sagrado”. La palabra deja de tener sentido cuando vivimos que todo es espiritual. Todo viene del mismo origen. Del mismo padre y madre. Todo es sagrado. Tenemos la oportunidad de revisar nuestra relación con esta casa. Se han escrito libros, se han seguido personas y sus ejemplos, se ha dejado pintado en las piedras, dejado su sonido en los cantos, su memoria en las semillas, su fluir en las aguas, su luz en los fuegos, su aseguranza en las familias. Todos tenemos acceso a leer, a relacionarnos, con ese orden mayor. No es de algunos especiales, de algunos escogidos, de algunos iluminados. Es desde la vivencia propia, no desde la palabra prestada, que quisiéramos relacionarnos con esto. Quienes han tenido la vivencia de ese Orden Mayor, tienen la responsabilidad de acompañar a otros a que lo vivan, no a transmitir la palabra, no a enseñar, no a separarnos de vivirlo, no a crear intermediarios, no a entregarlo desde el conocimiento. La tarea es acompañar. Y para hacerlo, es necesario recuperar hacer silencio. Esa es la sabiduría. No está en el conocimiento. Está en el silencio. Y una vez esa relación se vuelve propia, se vuelven a revisar las casas, pues las preguntas qué resolver son constantes. Quién soy y cuál es mi función desde esa relación con el Orden Mayor. Es reconocer dónde es mi asiento, dónde acompaño. Desde……………, acompaño a los hijos/as como padre o madre, a la pareja, a la comunidad, al territorio. Pero desde quien soy. Todos podemos. El que siembra desde el campo. El que comparte desde la educación. El que se entrega desde las medicinas, como médico. El que se sienta a hacer la tarea con el territorio, a la lectura del orden. Todos podemos. Y cuando el asiento propio está claro, no hay que buscar nada más. Desde ahí, podemos participar del orden del todo.


El camino de regreso va a ser largo, para algunos doloroso, e implica cambiar patrones de vida para pensar en el bienestar de todo, por el orden del todo, desde la lectura, no la interpretación, del Orden Mayor a partir de la Ley de Origen de cada uno. Es el momento para hacerlo con rigor, no rigidez. No podemos darnos el lujo de no hacerlo. Si no lo hacemos, corremos el riesgo de ser como el adolescente que está empeñado en acabar con la casa sin escuchar el consejo. Y finalmente, nos terminarán expulsando de la casa.”

miércoles, 25 de marzo de 2020

La economía después de la catástrofe. Atilio Boron



La economía después de la catástrofe. Atilio Boron

La Gran Depresión de los años treintas arrastró en su caída la ortodoxia liberal cuyos puntales eran la división internacional del trabajo entre países avanzados y la periferia capitalista productora de materias primas; el patrón oro; y la doctrina del laissez-faire que consagraba la primacía absoluta de los mercados y, como contrapartida, el “estado mínimo” que se limitaba a garantizar que aquéllos pusieran bajo su órbita los más diversos componentes de la vida social instaurando, de hecho, una verdadera “dictadura libremercadista”. Pero a fines de 1929 estalló la Gran Depresión y el mundo que emergió de las cenizas de la crisis fue muy distinto: la división internacional del trabajo comenzó a desdibujarse porque algunos países de la periferia iniciaron un vigoroso proceso de expansión industrial. El patrón oro fue reemplazado, luego de un turbulento interregno que concluiría recién con el fin de la Segunda Guerra Mundial, por el dólar, que se instituyó como moneda universal de cambio porque en ese momento no había ninguna otra que pudiera competir con ella habida cuenta de la destrucción originada por la guerra. Y, lo más importante: los mercados fueron sometidos a una creciente regulación por parte de los gobiernos, lo que llevó a trastocar una asimetría que si antes había sido enormemente favorable a los mercados pasó a serlo a favor de los estados. Consecuentemente, el gasto público requerido por las nuevas demandas de una ciudadanía movilizada y empoderada por las luchas contra la depresión y la reconstrucción de la posguerra hizo que el tamaño del estado en relación al PBI creciera de manera notable, como lo demuestra la siguiente tabla.    .

Gasto total de los gobiernos, 1900, 2919, 1975

(como % del PIB)

                                    1900         1929        1975

                                    __________________

Alemania                      19.4          14.6          51.7

Reino Unido                 11.9          26.5           53.1

Estados Unidos             2.9           3.7            36.6

Japón                             1.1          2.5            29.6

Fuente: IMF Data,Fiscal Affairs Departmental Data, Public Finances in Modern History.

 

Las cifras son elocuentes y nos ahorran la tarea de acudir a complicadas argumentaciones para demostrar la enorme magnitud del cambio experimentado por el paradigma de gobernanza macroeconómica del capitalismo después de la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Alemania más que triplicó el gasto público entre 1929 y 1975; el Reino Unido lo aumentó poco más de dos veces y  Estados Unidos y Japón ¡casi diez y doce veces respectivamente! Más estado que mercado para sostener el proceso de democratización y ciudadanización de la posguerra. Salud, seguridad social, educación, vivienda y todos los bienes públicos que debe ofrecer el estado fueron los motores que impulsaron la creciente centralidad del estado en la vida económica y social.  

Pero eso no es todo: otro aspecto a ser resaltado es que una vez agotado el ciclo keynesiano en 1974/75 y producido el nefasto retorno del liberalismo (ahora edulcorado con el prefijo “neo”, para engañar a los ingenuos que era una fórmula novedosa) en ninguno de esos países el estado se redujo al nivel que tenía en vísperas de la Gran Depresión, revirtiendo la radical gravitación adquirida en sus economías. El ritmo de crecimiento se desaceleró y el gasto público se redujo, de modo más pronunciado en Gran Bretaña (con el Thatcherismo) y Alemania (con la engañifa de la “tercera vía”)  y menos en Estados Unidos y Japón. Pero aún así en el 2010 estos cuatro países todavía estaban, en lo que hace al tamaño del estado, muy por encima de los niveles que exhibían durante el apogeo del liberalismo en las primeras tres décadas del siglo veinte. Incluso tomando en cuenta los recortes que tuvieron lugar en los últimos diez años hay todavía en ellos mucho más estado que lo que había en 1929. 

 ¿Cuál sería la conclusión a extraer de este análisis? 

Que la pandemia que hoy azota al planeta va a tener un impacto igual o mayor al que en su momento tuvieron la Gran Depresión y la Segunda Guerra Mundial. Los capitalismos europeos y estadounidenses, que ya venían dando claras señales de acercarse a una inminente recesión, serán arrasados por el efecto económico de la actual catástrofe sanitaria. Y la salida a esa crisis tendrá como uno de sus signos distintivos la bancarrota ideológica del neoliberalismo, con su estúpida fe en la “magia de los mercados”, en las privatizaciones y desregulaciones, y en la presunta capacidad de las fuerzas del mercado para asignar racionalmente los recursos. Esto obligará a una profunda revisión del paradigma de las políticas públicas, comenzando por la sanidad e inmediatamente después por la seguridad social como preludios a lo que será la batalla decisiva: poner bajo control al capital financiero y su red global que asfixia a la economía mundial, provocando recesiones, aumentando el desempleo y disparando a niveles extravagantes la desigualdad económica. Un capital financiero ultraparasitario que financia y protege a las mafias de “guante blanco” y que, con la complacencia o complicidad de los gobiernos de los capitalismos centrales y las instituciones económicas internacionales, crean las “guaridas fiscales” que facilitan el ocultamiento de sus delitos y la evasión tributaria que empobrece a los estados privándolos de los recursos necesarios para garantizar una vida digna a sus poblaciones.

Ese es el mundo que se vendrá una vez que la pandemia sea un triste recuerdo del pasado. Claro que para ese momento las fuerzas populares tendrán que estar muy bien organizadas y concientizadas (y articuladas internacionalmente) porque estos cambios no vendrán como el obsequio de una burguesía imperial arrepentida de sus crímenes y deseosa de abandonar sus privilegios sino que deberán ser conquistados a mediante grandes movilizaciones y luchas sociales para imponer un nuevo orden económico y social poscapitalista. Habrá que tener valor para pelear por la construcción de ese nuevo mundo pero también inteligencia para estimular la conciencia crítica de las grandes masas populares y evitar que caigan, una vez más, en las trampas que los hechiceros del neoliberalismo ya están preparando. Ellos tienen muy claro su objetivo: después de la pandemia, que todo siga igual. Nosotros debemos estar dispuestos a enfrentarlos y encargarnos de lograr precisamente lo contrario: que nada siga igual, alumbrando con nuestras luchas y nuestra conciencia los contornos de la nueva sociedad que pugna por nacer. Una sociedad, en fin, en donde la salud, los medicamentos, la educación, la seguridad social, la vivienda, el transporte, la cultura, la comunicación, la recreación, el deporte y todos los componentes que hacen a una vida digna dejen de ser mercancías y adquieren su imprescindible condición de derechos universales. Y esta será una gran oportunidad para intentarlo.